Paso 5: Camuflaje
Con color gris panzer nuevamente bastante diluido, aplicamos las peculiares machas de camuflaje. Seguramente al leer esto muchos se preguntarán: ¿y no se van a tapar todo el trabajo previo del preweathering? ¿Y si las manchas fueran más grandes? Tranquilos … en un futuro artículo veréis como resolver un camuflaje tanto en bordes duros como blandos. Es realmente sencillo.
Paso 6: Resalte de detalles. Iluminación acrílica
Con la ayuda de un pincel muy fino y la pintura de Vallejo ligeramente diluida en agua, resaltamos todos los pequeños detalles como sujeciones de herramientas, aristas y bordes, remache, etc. El objeto es iluminar todos los pequeños puntos prominentes de la maqueta como un futuro foco de atención para el espectador.
Paso 7: Desconchones
Suele ser el punto de no retorno para muchos modelistas. Y realmente, una correcta ejecución de los desconchones marca la diferencia entre un buen y un mal acabado de una maqueta. Así de simple. Este paso suele arruinar la mayor parte de las maquetas que veo en los concursos y en la red.
Empecemos por algo simple. ¿Que es un desconchón? Señores, un desconchón es un DAÑO. Es la cicatriz que deja un impacto, un golpe, un arañazo o el efecto de la inclemente a veces luz solar y las inclemencias del tiempo en una pintura de mala calidad, haciéndola saltar.
Por tanto, recomiendo la siguiente secuencia al pintar un desconchón.
1.- Interiorizar mentalmente la zona donde voy a pintar el desconchón.
¿Que significa eso? Pues tener muy claro el uso que tiene esa zona en concreto en el tanque, pensando que ataques o agresiones puede sufrir. No es lo mismo el área de las escotillas del operador de radio o del conductor, que los laterales de un carro, que los guardabarros, etc. A cada zona le corresponden daños diferentes por ser diferente su naturaleza.
2.- ¿Que daños sufre esta zona?
Analicemos una a una.
Escotillas: se abren y cierran a menudo, no siempre con delicadeza. Y al estar en zonas pisables del carro, a menudo los soldados caminan sobre ellas. Si la escotilla es de acceso al motor, lo más normal es que durante las operaciones de mantenimiento y reparación, las pesadas herramientas que se emplean al dejarlas caer, generen daños, abrasiones e impactos, así como arañazos cuando sobre estas superficies se arrastran o mueven objetos. Y los bordes de la escotilla igualmente están sometidos a un frote constante por parte de la tripulación al apoyase sobre ella con brazos o al sentarse en su borde, con los pies dentro del vehículo.
Aristas: las aristas son áreas siempre de roce y frotación, ya sea por la propia tripulación al acceder y bajarse del vehículo, ya sea porque son zonas débiles de fijación de pintura en las que el más mínimo impacto o vibración puede provocar que la pintura salte.
Rejillas de motores, cubre escapes: nada hace más daño a una pintura que los ciclos de dilatación y contracción por las variaciones térmicas. Las tensiones que generan los movimientos de la chapa al contraerse o dilatarse, no siempre pueden ser absorbidos por la pintura, que tiende a saltar. En las zonas próximas a los motores, los deterioros de la pintura son siempre mas evidentes.
Glacis frontal y mantelete cañón: el frontal del carro es la parte que trata de estar siempre expuesta al enemigo, ya que es la zona en la que el blindaje es de mayor espesor. Por tanto, la mayor parte de los impactos que sufre el vehículo, se concentran en estas áreas. Armas de todo calibre chocan contra estas superficies, por lo que estas son las áreas que necesariamente presentarán más impactos. Y en el caso de los Tiger I, las tripulaciones solían enfrentar al enemigo con el carro formando un leve ángulo de tal forma que, sin exponer el lateral, incrementaban ligeramente el espesor de coraza que se enfrentaba a los proyectiles contra carro. A veces, un par de milímetros era la diferencia entre la vida y la muerte.
Laterales y guardabarros: un carro se mueve de una forma no siempre cuidadosa y premeditada. En cualquier momento de una acción militar es preciso realizar un movimiento brusco para salir de la linea de fuego del enemigo o para esquivar un obstáculo no visto. Por tanto, chocar lateralmente con obstáculos como árboles, rocas, edificios, muros, etc, dejan claros arañazos laterales en el sentido de avance.
Zonas de sujeción de herramientas: de una forma lógica, en estas áreas, los a veces urgentes momentos de reparar un carro bajo el fuego enemigo no permiten que la tripulación sea especialmente delicada manejando sus herramientas. Por tanto, lo normal es ver estas zonas con daños en la pintura en forma de impactos y arañazos.
El resto del carro: quitando el eventual impacto de algún proyectil o roca despedida en una explosión que impacta en el carro, ¿porqué nos empeñamos en llenarlas igualmente de desconchones e impactos? El grave error de pensar que tenemos que llenar nuestros carros de desconchones hace que finalmente, estos se repartan casi de una forma homogénea sobre el carro, lo cual le quita realismo y genera el estado visual de «orgía de hormigas» que, personalmente, tanto me desagrada ver.
Contra ese síndrome de abstinencia de poner desconchón en cada centímetro cuadrado de un carro, recomiendo un reto al modelista. Imagine que solo tiene 50 euros y que pintar un desconchón le cuesta un euro. Eso limita el número de desconchones que puede pintar a 50. Pues bien, como le cuestan dinero, piense, razone y ponga desconchones donde realmente son precisos.
¿Como hacer esos desconchones? Lo dejaremos para otro artículo. Por ahora, me conformo con que se reflexione sobre lo que he estado contando, se interiorice y luego, con tres técnicas muy sencillas, explicaremos como hacer cada uno de ellos. E igualmente, hablaremos de la edad de los desconchones y su grado de profundidad. Como veis, ¡los desconchones dan para mucho!
A continuación, podéis ver la siempre larga fase de desconchones que apliqué sobre el Tiger. Hay desconchones de diferentes formas: abrasión, impacto, pintura descascarillada y arañazos. No olvides pinchar en las fotos para aumentar su tamaño y poder observar los detalles.
La fase anterior de preweathering es una guía muy útil a la hora de pintar los desconchones. El preweathering nos permite experimentar y probar con los desconchones, equivocarnos, aprender… y luego nos pueden guiar a través de la transparente capa base hacia los desconchones definitivos.
Paso 8: Calcas o transfers
Las calcas, al contrario que para los modelistas de aviones, no son nuestro gran enemigo, aunque siempre hay que tener mucho cuidado con ellas.
Una calca tradicional no deja de ser una filmina, con un espesor (sobretodo en las calcas de las maquetas más antiguas) considerable que se adhiere a una superficie.
Estos son los pasos a dar:
1.- Una generosa (o dos) capas de barniz clear o semibrillante sobre la zona en la que se vaya a poner la calca.
2.- Recortar al máximo la calca para que alrededor del símbolo o numeral no aparezca filmina transparente.
3.- Aplicar con un pincel el producto Microset o equivalente sobre la superficie donde vaya a ir la calca.
4.- Sumergir la calca en agua tibia, y cuando esta se desprenda de su base, colocarla cuidadosamente sobre la superficie. Con un bastoncillo de algodón o papel tissue, frotar de dentro a afuera de la calca para asegurarnos de que no queden bolsitas de aire (y si quedan y nos damos cuenta tarde, con un alfiler las pinchamos.
5.- Durante varios días (si, habéis leído bien, días), con la ayuda de un pincel, aplicar el producto Microsol (o el equivalente) sobre la calca. Este producto por decirlo simplificadamente, disminuye el espesor de la calca hasta su mínima expresión, para evitar el odiado «salto» entre la calca y la superficie del carro que tanto se ve y de una forma tan cruel desvaloriza todo el trabajo realizado. No hay nada más irreal y nada en los que los expertos se fijen más (lo digo por los que os gusta concursar) que en una calca mal integrada o una «orgía de hormigas» en una maqueta.
6.- Una vez se ha reducido ese espesor de forma casi inapreciable, una capa (o dos) de barniz ayudará no solamente a proteger la calca de agresiones posteriores por óleos y disolventes, sino que su espesor (la pintura, el barniz, tiene siempre espesor, aunque sea de micras) ayudará a fundir definitivamente la calca sobre la superficie.
7.- Truco final. Una calca genera un plano visual superior respecto a la superficie sobre la que se aplica. El observador observa el conjunto, de forma involuntaria, en dos niveles. Nada mejor que un desconchón para que calca y superficie se perciban al mismo nivel, integrando el conjunto.
Paso 9: Perfilado
Sin duda, mi paso favorito. Tradicionalmente, es un paso en el que todos los detalles de la maqueta se realzan al generar unas sombras puntuales a su alrededor que permiten destacar el detalle perfilado. Para ello, tras haber aplicado un barniz tipo Clear de Tamiya o un semi brillante, que protege la capa base y permite que el perfilador fluya de una forma sencilla, se va aplicando el perfilador en las ranuras, perímetros de elementos prominentes como remaches o tornillos.
Por ahora no contaré cuales son los productos más recomendables para hacer perfilados ni como emplearlos y jugar con sus tonalidades. Se verá un poco más adelante en un artículo específico dedicado a los oleos. En este caso, como muestra la foto, podéis ver que empleé oleos, en concreto, el sombra natural y el negro de Winsor & Newton en diferentes proporciones, limpiando los sobrantes con White Spirit.
Lo que si quiero contaros ahora es que hay otra forma de ver el perfilado como un paso en el que se integra tanto realzar los detalles como comenzar con el weathering de la maqueta. Esta fase tradicionalmente se ha considerado como muy pulcra, realizada cuidadosamente sobre cada detalle. Pues bien. Como podéis ver en las fotos, un perfilado intencionadamente descuidado es la base perfecta para poder acometer un weathering visual y efectivo sobre nuestra maqueta desde el minuto uno.
Sólo daré una pista sobre la manera de aplicar el perfilador: cuando lo retiramos, lo podemos arrastrar en la forma que nos interese con un pincel plano.
Paso 10: Oleos
El óleo es el material de bellas artes por excelencia, y lleva acompañando a la creatividad del hombre desde hace siglos. Y por algo será. Para mi es el material más noble que hay tanto en su facilidad de empleo como en la variedad de efectos que con el se consigue. ¿Tienen un pero? Si, los óleos de calidad no son baratos y los baratos cumplen el axioma de que lo barato sale caro.
En el capítulo específico de óleos trataré los óleos de una forma detallada, pero si aprovecharé este artículo del Tiger I para contaros la técnica del punteado con óleos.
Está técnica lo que busca es alterar el color base mediante una transparencia no uniforme lograda al fundir puntos de óleo de diferentes colores. Si todos los puntitos fueran del mismo color, lo que lograríamos sería un filtro de ese color, sin variación tonal.
Si observamos cualquier superficie expuesta a la intemperie, veremos que por efectos de la lluvia, el sol, la diferencia incidencia de los rayos UVA sobre ella, el polvo, etc, la superficie no presenta un color homogéneo. Un ejemplo práctico sería esas cajas de maquetas que a veces dejamos apiladas unas sobre otras y las tenemos frente a una ventana. Pues bien, al sacarlas, veremos que hay esquinas o partes de ese box art que se han decolorado por la acción del sol. Por eso mismo nunca veremos a nadie querer quedarse con el modelito del escaparate si le ha dado el sol, porque habrá perdido la viveza de los colores allá donde la luz del sol le dio más intensamente.
Pues bien, esta técnica suma varios efectos. Por una parte, se obtiene una superficie desvaída, no homogénea en tonos, cromaticamente más interesante, «menos plana» a efectos de color.
¿Y como se hace?. Muy sencillo, sigue estos pasos:
1.- Aplica con un pincel white spirit o el disolventeno agresivo que uses con tus óleos. Si la maqueta no está imprimada y no hemos sellado la capa base con barniz, tenemos todos los boletos de la rifa para que la pintura nos salte y se descascarille. Y, por favor, ¡¡no vale cualquier disolvente o aguarrás para hacer esto!! Que si, que en la tienda de la esquina nos venden una botella de plástico blanco con un disolvente buenísimo y baratísimo. Y claro, como siempre somos más listos que nadie, pensamos que solitos vamos a encontrar el producto perfecto para enseñárselo al engañado mundo. Señores, los experimentos con gaseosa. En operaciones tan importantes como la aplicación de óleos y trabajando con ellos, déjense el dinero en los disolventes adecuados, tipo white spirit, más suaves. Y siempre, es recomendable, que sea el disolvente de la misma marca que los óleos. Lo barato, sale caro. Y por el mismo dinero que vamos a gastarnos en una maqueta de un tanque, más sus 25 fotograbados, su conversión de resina y sus cadenas de Friul (que sabemos perfectamente que no montaremos jamás en muchos casos), que no nos duela en gastarlo en buenos óleos y disolventes.
2.- Aplica con la ayuda de un pincel muy fino diferentes puntitos de óleo. Siempre tenemos que pensar cada paso. Los colores que empleemos tienen que ser «coherentes» con la plancha que tenemos debajo. No es cuestión de poner puntitos alegremente y del primer color que nos pase por la mente. Lo ideal es que se piense en el efecto final.
En mi caso, sobre un invernal:
- Tonos sombra natural y marrones fríos para suciedad
- Azules y blanco, colores fríos para que el aspecto final del carro siga siendo frío.
- Algún color óxido a disponer, sobretodo, en la cercanía de acumulaciones de zonas con mucho desconchón.
- En los laterales, cerca del tren de rodaje, diferentes tonos de marrón como transición a la zona embarrada de los bajos del vehículo.
Volveremos con los óleos en más maquetas, no os preocupéis, porque cada color base, cada entorno, requiere de un tratamiento diferente incluso con la técnica de los puntitos, que tiene más ciencia de lo que parece.
3.- Con la ayuda de un pincel plano ligeramente empapado en white spirit, vamos arrastrando y fundiendo los óleos sobre la superficie en forma de transparencia. En superficies planas sin inclinación (y sin arrastre), lo que se hace es simplemente aplastar el pincel perpendicularmente al puntito para que este se funda en su entorno. Hay que dejar siempre unos 10-15 minutos entre que aplicamos los puntitos y trabajamos sobre ellos.
4.- Sellar siempre con un barniz mate (a veces el óleo da brillos indeseados, sobretodo si es de mala calidad, recordemos que lo barato sale caro) cuando estemos contentos con el resultado. Hay que tener en cuenta que el óleo tarda años en secar, por lo que si aplicamos esta técnica sobre una superficie en la que la hayamos aplicado previamente, diluiremos y estropearemos los resultados previos.
Ahora, dejemos secar bien los óleos, los sellaremos con un barniz mate y nos preparamos para la siguiente fase